YA ME DISTE TODO, AMADO JESÚS.

Creo firmemente que la pregunta que sigue latente por parte del Señor Jesús y que nunca cambiara es: ¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar en tu caminar con tu Salvador?
Muy posiblemente en muchos corazones, espero que no sea el tuyo... sería no lo sé... Algunos podrían contestar mientras sigas siendo  fiel, otros mientras me bendigas, quizás muchos dirían, hasta que el dolor y la enfermedad toquen mi vida.

Otros dirán hasta que tenga que perdonar o humillarme.
Párate por un minuto, y contéstate ¿Si Dios no me da nada lo seguiré? ¿Por qué sigues a Jesús? o mejor dicho, crees que estás siguiendo a Jesús, pero muy posiblemente lo que sigues es su bendición, sin entender que él es la bendición.


La respuesta que le agradaría escuchar a Jesús de nuestros labios sinceros sería... "ESTOY DISPUESTO A LLEGAR HASTA EL FIN, SIN QUE ME DES NADA A CAMBIO" Sé que muy pocos contestarían eso.


El verdadero discípulo quiere llegar a la meta, así no tenga nada, así la familia le falle, así los seres que más ame mueran sin crecer, así sufra penalidades y persecución por amar a su Señor Jesús sobre todas las cosas.


¿Estás dispuesto a llegar hasta el fin, recorriendo el camino de la vida que Dios te ha dado? Solo mirando esa cruz, y recordando cada día, que a través de ella tienes lo más grande para cualquier ser humano, ¡La Salvación! Este es el desafió que está poniendo el Señor hoy en nuestras vidas, seguirlo por lo que Él es, no por las cosas materiales que nos pueda dar. Si vivimos esperando recibir, en lugar de dar; nuestra vida será raquítica y miserable.

El Señor dijo en Mateo 6:19: "Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón".


Bendiciones.
Luz Elena Pérez

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