MISERICORDIA DE DIOS

Tu misericordia oh Dios se me ha dado a conocer. Intento e intento alcanzar la razón del por qué… Y solo puedo saber, que fue tu amor quién me la otorgó.
Esta misericordia, me recuerda cada día, que fue por ella que limpiaste mi miseria humana. ¡Gracias por tu perdón! Enjuagaste mi miserable vida con el hisopo de tu bondad. Cuán agradecida estoy del día que tu misericordia me alcanzo. Que nunca deje de apreciarla, ni de amarla. Que siempre recuerde, que ayer necesite de ella, que hoy vivo por ella, y que mañana moriré sin ella.
De poco sirve un alma sobre esta tierra que no se deja atraer por tu misericordia. Y funesta se encontrará esta misma, cuando ya el tiempo, se halla acabado, y ya no pueda asirse de ella.
¡Cuán preciosa, oh, Dios, es tu misericordia! Quiero ampararme debajo de ella.



Tu misericordia me ha dado libertad, sanidad, felicidad, propósito esperanza, vida, sostén, fe. ¡Precioso tesoro que yo ya encontré!
¡Gracias por habérmela revelado a tiempo! ¡Gracias por haberme dejado atraer en pos de ella! ¡Gracias porque hoy vivo por ella!

Luz Elena Pérez.

1 comentario:

  1. Querida Luz, ¡cuánta verdad!. Ha sido su misericordia la que nos ha rescatado, sin la cual sería muy, muy difícil levantarnos cada día para seguir.

    Dios te bendiga en cada uno de tus escritos y bendiga a todo aquel que se deleite en ellos. Bendiciones.

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